Muchas parejas optan por utilizar métodos de reproducción asistida cuando desean formar una familia, pero debido a diferentes razones no lo consiguen. La imposibilidad de concebir se puede dar tanto en hombres como en mujeres y en algunos casos no es posible tratar las causas de la infertilidad o esterilidad.
Las técnicas de reproducción asistida incluyen diferentes métodos disponibles, dependiendo de cada caso y en muchas ocasiones puede llegar a ser un proceso algo estresante, por lo que es muy importante que las personas lo hablen detalladamente con su ginecólogo y estén bien informadas acerca de la decisión que van a tomar.
Las principales Técnicas de Reproducción Asistida:
Inseminación Artificial con semen de la pareja (IAC): También conocida como Inseminación Artificial Conyugal, es una de las técnicas de reproducción asistida más sencillas, ya que consiste en introducir en el cuello uterino de la mujer, los espermatozoides de la pareja, previamente seleccionados. Normalmente se realiza tras la estimulación de los ovarios de la mujer y se trata de un procedimiento breve e indoloro. La inseminación artificial se recomienda cuando los espermatozoides del hombre presentan dificultades para llegar al útero, ya sea por problemas de impotencia o por la calidad del semen y también cuando hay alteraciones o disfunciones del cuello del útero de la mujer.Inseminación Artificial con semen del donante (IAD): Es igual que la anterior, pero con semen de un donante en lugar del de la pareja. Se suele utilizar en los casos en los que la mujer quiere ser madre sin pareja o en los que el hombre presenta grandes dificultades para concebir o puede transmitir algún problema genético al feto
Fecundación In Vitro (FIV):
Es un método de reproducción asistida que consiste en unir el espermatozoide y el óvulo en el laboratorio, fuera del cuerpo de la mujer, con el fin de conseguir embriones ya fecundados y transferirlos al útero de la mujer para conseguir el embarazo. La fecundación in vitro es la técnica de reproducción asistida más utilizada por quienes están buscando el embarazo, pero tendrá que ser el ginecólogo el que determine cuál es el método más adecuado para cada caso.
Ovodonación:
Es una fecundación in vitro, pero con la diferencia de que los óvulos son de un donante y los espermatozoides son de la pareja receptora. Es una técnica de reproducción asistida que se suele utilizar en mujeres que tras varios intentos fallidos con sus propios óvulos, recurren a un donante de óvulos para poder conseguir el embarazo, por lo que es frecuente en mujeres que tienen problemas de fertilidad y baja respuesta ovárica.
Microinyección Espermática Intracitoplasmática (ICSI):
Es una técnica de reproducción asistida que se encuentra dentro de la fecundación in vitro, es una variante un poco más sofisticada que la convencional, ya que el proceso de laboratorio es más complejo. La microinyección permite introducir a través de una aguja muy fina, un solo espermatozoide en el interior del óvulo maduro para llevar a cabo su fecundación. Está indicada para los casos de esterilidad masculina severa, como ya se ha comentado anteriormente, se necesita un único espermatozoide por óvulo, mientras que en la fecundación in vitro convencional se utilizan entre 60.000 y 100.000.
Pese a que existen muchas técnicas de reproducción asistida para conseguir el embarazo, hay que tener en cuenta que no es tan fácil quedarse embarazada a la primera.
Se estima, que deberíamos empezar a preocuparnos si tras un año manteniendo relaciones sexuales frecuentemente no lo conseguimos. Por lo que si estas intentando tener un bebé y pasados 12 meses no lo consigues, deberías acudir al especialista para que te entreviste y determine si existe alguna probabilidad de fertilidad. Será el mismo especialista, el que te recomiende que técnica de reproducción asistida se adapta más a ti.